El remo inclinado es uno de los ejercicios de espalda alta más efectivos para estimular el crecimiento muscular. Aunque el remo inclinado tradicional se enfoca principalmente en los antebrazos y la parte superior de la espalda, también se pueden utilizar variaciones para incluir los bíceps y los dorsales. Como con cualquier levantamiento de pesas, tener precaución es tan importante como ejercitarte para limitar la posibilidad de sufrir una lesión.


Ponte en posición. Coloca la barra en el suelo. Párate de manera que las espinillas (no los dedos de los pies) estén a una distancia de entre 15 y 25 cm (5 y 10 pulgadas) de ella.

Coloca ambos pies directamente debajo de cada hombro. Dobla un poco las rodillas. Al hacerlo, procura que las espinillas permanezcan perpendiculares al suelo. Ahora inclínate desde la cintura hasta que la parte alta del torso esté más o menos paralela al suelo.
Mantén el pecho levantado al inclinarte, para que la espalda esté tan recta como si estuvieras de pie con una buena postura.

2º Prepárate para levantar. Agáchate hasta que puedas alcanzar la barra con las manos. Sujétala con un agarre por encima (también conocido como «pronado»), para que las palmas de las manos miren hacia abajo en el suelo o hacia dentro en dirección a ti. Haz que las manos estén un poco más separadas que el ancho de los hombros. Endereza la cadera y las rodillas, levantando el peso con las piernas, hasta volver a la posición inicial.
Mantén los brazos estirados hacia abajo mientras te levantas.

3º Ejecuta el remo. Primero, respira hondo. Luego, sin mover las piernas o la parte superior del cuerpo de su posición, jala la barra con los antebrazos hacia la parte inferior del pecho. Exhala mientras lo haces. Al levantar, sube los codos hasta detrás del torso, en vez de pegarlos a los lados como si fueran alas. Cuando la barra llegue al torso, usa los músculos de los omóplatos para terminar de levantarla del todo.

4º Completa el remo. Continúa sujetando la barra al pecho por uno o dos segundos una vez que llegues a la parte superior del levantamiento. Luego, inhala e invierte el movimiento. Baja el peso con cuidado a la posición inicial (no al suelo).

No la dejes caer con la gravedad. Usa tanto control sobre el descenso de la barra como el que has usado para subirla.